lunes, 23 de junio de 2014

Las apariencias engañan

Todos en algún momento hemos caído en la sensación de haber sido engañados a primera vista. Sí, porque nos sentamos a ver como se visten las personas, que perfume usa, y en qué vehículo se transporta.

Lo más triste es que al final terminamos decepcionados y sin ganas de volver a lo mismo.

La gente suele acercarse a esas personas que se ven muy bien y que tienen gestos de superioridad, cuando las personas de cierto nivel económico suelen ser humildes y no suelen usar ciertas clases de ropas y hasta la educación se puede ver a flor de piel. Qué diferencia tan grande y cuanta gente decepcionada.

Pero también existen personas que no tenemos ni en que caernos muertas y la gente tiene la percepción de que somos adinerados y es por lo mismo, las apariencias engañan, y a pesar de los años seguimos cayendo en lo mismo.

Seamos más conscientes, me ha tocado tratar con ciertas personas adineradas y me he dado cuenta, de que la calidad humana y esa calma con la que viven, no es lo que todos creemos. Y cuando nos encontramos con personas pedantes y que nos miran por encima del hombro, son esas que no tiene educación y que han llegado aplastando a los demás y no conocen el trabajo en equipo.

Mientras que las personas adineradas que se muestran humildes siempre tiene la capacidad de escuchar lo que tienes que decir y trabaja en equipo por un bien común, otros simplemente se ponen el traje de manda más y se sientan a esperar resultados.

Tratemos de crecer y ser más observadores, para que sepamos cuales personas son lo que muestran o no. Porque por lo aprendido las apariencias engañan y la decepción puede ser un trago muy amargo.

Lo más difícil de todo esto es cuando llegas al momento de la verdad, en especial aquellos que se dan cuenta de que esas personas que frecuentan toman prestado y hasta se endeudan para llenarle los ojos a los demás, o hasta de que toman prestados los vehículos de amigos y parientes para continuar con engañando con las apariencias. Debo reírme porque he visto a mujeres rechazar a ciertos caballeros por la vestimenta  y cuando lo ven montarse en un Porsche o uno de esos vehículos caros y hasta  tomar las bebidas más caras. Pero hay de todo en la viña del Señor.

martes, 10 de junio de 2014

La realidad que conocemos después de viajar

Debo decir que a muchos nos han enamorado con mentiras a cerca de irse a vivir a otro país, tales como que el dinero lo encuentras en el piso, que todo es fácil; ja, ja, ja, permítame dudarlo. Esto nos pasa por ingenuos, después de que estamos en ese país desconocido es que conocemos la dura realidad.

Empezando con que aquí haces lo que quieres, donde quieres y cuando quieres, allá sólo en tu casa, nada de actividades al aire libre, a menos claro que vivas en una ciudad donde haya mucha vegetación como campos y donde este permitido.

La gente es agria y no te saluda, mientras que en tu hogar, todos te conocen y te saludan, sino te ven te vociferan para saber de ti. Si haces una fiesta te llaman a la policía, en tu país sí haces una fiesta invitas a los vecinos y se la pasan de lo lindo y sin problemas (a menos que algún vecino te llame al anti ruido).

 ¡Ah! Y por cierto nos quejamos constantemente del calor y lo mucho que queremos que llueva, pero una vez en otro país anhelas con todo el corazón ese caliente o de santo domingo.

Otra cosa es acostumbrarse a la nueva moneda, y la extraña manía de convertir a pesos todo lo que consumes. Y si no tienes ambiente cuando no estas trabajando te aburres en tu casa, entonces comienzas a hacer todas las horas extras que aparezcan. Es ahí cuando notas que eso de que el dinero anda por los suelos no es cierto porque especialmente los estadounidenses se les caen $0.50 centavos y por ellos se bajan a buscarlos, no como algunas personas que dicen que no se bajan por tan poco. Créanme todos hacen lo posible por extender el dinero y sacarle el mayor provecho en lo que lo invierten.

Definitivamente que hoy en día se han ido dando a conocer muchas de estas mentiras, especialmente por esto de la recesión. Y ni hablar de los que después de tener de todo en su país lo dejan todo por irse a vivir a otro, empezar desde cero para mí no es una opción inteligente aunque tengan sus razones, porque una cosa es que te vas y no tienes nada y otra es que tengas negocio propio, casa y vehículos y te vallas a otro país, dejando lo que conoces. No quiero decir de que no salgan y conozcan o que no tomen riesgos, es más bien saber que decisión tomar y no dejarse llevar por lo que dice alguien que aquí está muy bien y allá deba hacer trabajos de limpieza para sobrevivir.

La gente, o debo decir nosotros, tendemos a creer en el mundo de fantasía que otros nos cuentan, pero la realidad siempre es otra y no sabemos con que intención las personas dicen estas mentiras. Muchas personas sabrán de lo que hablo, otras quizás abran los ojos, quién sabe. Al final muchos dirán: ver para creer.