lunes, 28 de octubre de 2013

¡Cuidemos Lo Nuestro!


Hace unos días me decidí a pasear por el malecón, mientras observaba el mar y recibía la fresca brisa, para mí fue una sorpresa encontrarme con basura en todo el alrededor y lo mas chocante ver esta basura hasta en el agua, esto me dejó pensando: ¿Pero qué nos pasa?, mientras otros países muy ricos desearían tener todo esto, nosotros que lo tenemos de sobra lo malgastamos, les damos mal uso y no le damos el cuidado que se merece toda nuestra naturaleza.

No me pude contener y les hice unas cuantas tomas, hay varios lugares que venden comida y no importa cuantos zafacones hay en el lugar no debería haber basura ni en las costas ni en sus alrededores.

Nosotros somos acreedores de los que nos rodea y deberíamos ser mas respetuosos con la vida y lo que nos rodea, ¿Por qué somos así?, he pensado que desde que nos falta educación o hasta que lo hacen por placer de verla caer en el agua, lo que me da mucho coraje y hasta me da vergüenza ver que esto pase; si hasta recuerdo que cuando era pequeña había un anuncio comercial en el que se veía aun vehículo corriendo y tiraba basura y que al pasarle por el lado otro vehículo, se veía a un cerdo al volante que comía y tiraba la basura por su ventana y le decían !Tenía que ser un Puerco!; siempre lo pasaban recuerdo que la gente no tiraba la basura a la calle, como lo hacen ahora.

Esto no es sólo en las playas también encuentras basura en los bosques y en cualquier otra zona verde que puedas encontrar en la ciudad y lugares donde vive gente que ponen la basura en cualquier lugar y hasta la queman y ponen las botellas y latas y para muestra basta un botón: vean las imágenes.



Realmente es doloroso ver esto y que a las personas no les importa que esto pase, nadie está pensando en el futuro de los pequeños jóvenes que están en el mundo y los que están por venir, si seguimos así entonces ¿que será de nosotros en algunos años?, debemos de tomar conciencia y hacer algo para evitar que esto siga pasando.

Vemos a diario como las personas se toman un jugo o compran cualquier comida y sin más ni más tirar la basura por la ventana para luego en temporadas de lluvias y hasta en las temporadas ciclónicas, tener las calles inundadas y la basura flotando por doquier en las calles. Lamentablemente la gente sólo recuerda esto cuando tienen el agua en la cintura y no tienen rumbo a donde ir, que sus casas están llenas de agua y pierden sus pertenencias.


Algo que sería muy bueno es que empezáramos a ser ejemplo nosotros mismos dejando de tirar la basura de lo que comemos en las calles, es hora de que empecemos  a ser más conscientes y cuidemos lo nuestro y amemos lo que tenemos porque de lo contrario no sabemos que nos espera en el futuro.

Nuestro país es hermoso y prueba de ello es que cada día nos asombramos más de los lugares que tenemos y que debemos cuidar y tratar de ser mejores cada día con lo nuestro.



miércoles, 2 de octubre de 2013

En Busca de la Paz

Hay lugares que por sí solos ayudan a relajarte desde que llegas, esos lugares donde hay vegetación y brisa fresca, como el Jardín Botánico, El malecón, La plaza de la cultura, entre otros.

Son esos lugares que te inspiran a sentarte por horas sin aburrirte y que a quienes les gusta acompañarse de un buen libro les hace perder la noción del tiempo, especialmente cuando se aprovecha la luz del día.

El canto de las aves. la brisa suave (que te acaricia mientras estas ahí) son el complemento perfecto de la presencia de Dios. El éxito es total cuando  no tenemos ruidos y nos ayuda a liberar ansiedades y el estrés.

Acostarse en la grama y ver hacia el alrededor tanta belleza y vegetación que nos hace amar la vida y que Dios nos ha dado el regalo más bello poder gozar de todas estas riquezas.
En La Plaza de la Cultura, en la Ave. Máximo Gómez. es un lugar con una mágica y extraordinaria cualidad que ayudan a encontrar paz. Un lugar en dónde los enamorados se sientan a disfrutar de la belleza agarrados de la mano y teniendo un momento romántico, un lugar lugar donde se está lejos de las multitudes, cerca de las fuentes de agua y donde se siente serenidad.


Escuchar el ronronear del mar, sentir la brisa en la cara y sentir como se mueve la cabellera, es una sensación maravillosa que no tiene precio y que logra hacer sentirse pleno a quien disfruta de una tarde junto al mar.



Ver como chocan las olas con las rocas y sentir el salpicar del agua salada en la piel, es como si el mar te saludara y expresara sus respetos.

Nuestro país es un mundo de sensaciones, estar aquí y aprovecharlas es un verdadero placer. Aquí  tenemos de todo y para todos, amemos a nuestra hermosa Quisqueya la Bella y cuidémosla.