Viendo al discurrir de los años las diferentes maneras que existen de tratar a las personas y siendo yo misma Representante de Servicio al Cliente Internacional, he llegado a la siguiente conclusión, nuestro país tiene un muy mal Servicio Al Cliente interno, existen múltiples situaciones en las que muchas personas para poder solucionar los problemas que tienen con cualquier entidad, ya sea publica o privada, bancaria o no, tienen que armar un show para que le resuelvan esos problemas quizás por la inexistencia de un entrenamiento para esas situaciones.
No importa a que lugar vallas la persona que te atiende te recibe con cara de perro bulldog y hasta cuando hablan sientes su malestar por estar ahí, algunos hasta se burlan de ti en tu cara sino entiendes algo que te digan, y eso está mal, porque se supone que te pagan para dar un buen servicio y lograr que tu cliente vuelva a comprar en tu tienda o a continuar utilizando el servicio que proveas, lo que implica que te asegura tu empleo. ¿Porque lo digo?, Fácil a todos los lugares a los que he ido, ya sea de compras o solicitar cualquier tipo de servicio me he encontrado con esto, incluso hasta por teléfono se les siente la incomodidad al hablar y hay de ti si le caíste a alguien que se halla llevado su vida personal al trabajo. Un entrenador que tuve llamado Julio Ferreira, me dijo al comenzar y lo repetía incesantemente: Tus problemas los dejas en la entrada de la puerta y vuelves y los recojes al salir; aunque esta sea la motivación de mantenerte en ese empleo por mucho tiempo.
Una vez llamé a un banco, de esos grandes de renombre y antiguos del país, porque tenía dudas a cerca de el Internet Banking y al expresar mi duda con respecto al tiempo de activación del mismo la respuesta de esta mujer fue la siguiente y con tono de estarme dando un boche e irritada me dijo: ¿y... Que tu quieres que yo haga?, me sentí mal e insultada, ¿cómo esta persona que básicamente trabaja porque yo la necesito, no pudo tener la gentileza de explicarme calmadamente? y lo peor que ni siquiera escuchó mi pregunta. A esto agrégale que vallas a esas Grandes Tiendas, Universidades, Centros Comerciales y Supermercados especialmente esas que están en la zona metropolitana del país y quien te recibe te da una mirada de desprecio en vez de ser todo lo contrario.
Creo que los únicos que se salvan de esto son los turistas que van a resorts, porque estos empleados pueden siempre tratar de mostrar lo contrario de lo que sienten y al mismo tiempo se divierten.
Cuando creía que ya no hay salvación de esta mala costumbre que aquí suelen llamar Servicio Al Cliente, encuentro a esta joven que muy atentamente me ayudó en mi búsqueda en la Biblioteca del Banco Central, y me dio las opciones necesarias y hasta me dio informaciones que yo no pedí pero que sí me ayudaron y mucho, de verdad creí que había muerto y llegado al cielo, porque estábamos en sintonía y no había ruido en nuestra comunicación, de verdad que cambió mi percepción de que no todos los lugares son iguales, y mucho menos las personas, me di cuenta que la mayoría de las personas que trabajan Servicio Al Cliente no tienen esa vocación de ayuda y que más que todo lo hacen por necesidad, porque es el trabajo que pudieron encontrar.
Otro momento que encontré ayuda excepcional fue cuando fui a comprar zapatos a la misma tienda en dos ocasiones diferentes, la primera vez que fui, el joven muy amablemente me busco las opciones, me dijo que zapato me quedaba mejor y de acuerdo a la postura de mis pies y cual me hacia ver elegante, ese día fui a comprar un par de zapatos y me lleve dos, no sólo fue la manera tan gentil en que me ayudó sino que tuvo paciencia de atenderme, casi una hora completa hasta que yo me decidí, y créanme eso me hizo sentir muy bien; otro momento volví a la misma tienda pero el joven que me atendió en mi primera visita estaba con otra persona y accedí entonces a que me atendiera otro que al momento que entré me recibió y como en esa ocasión iba con prisa no esperé por el otro joven, este hizo todo lo contrario, buscó un zapato a la mano, de un color contrario al que le pedí y lo peor me dijo que era un tamaño y cuando llegue a casa y los verifique era dos tallas menos, realmente desde el inicio ese joven tenía cara de dolor y como sí no quisiera estar allí, y entonces las tiendas se preguntan porque han perdido clientela y es justamente por este tipo de acciones.
Si en verdad tanto los bancos y las tiendas entendieran lo importante de esto, entonces una de sus políticas debería ser el de hacer al cliente sentirse en casa, no todo lo contrario, si te pago por un servicio lo digno es que como te mantengo con trabajo, tengas la decencia de al menos no verte como sí me estuvieras haciendo un favor a la fuerza.
Lamentablemente este es sólo un grito desesperado de atención hacia este Servicio Al Cliente, porque la gente seguirá igual y seguiremos viendo como la gente con derecho se altera y pierde los estribos por tan deficiente trabajo que realiza esta gente.
Bueno pues, esperemos en Dios que esto cambie para bien y empecemos a recibir calidad en todos los servicios por los que pagamos, porque lamentablemente este comportamiento es el que logra que las personas dejen de ir a cierto lugar y hasta pasar un mal rato; recuerden que la mejor publicidad es la que se da boca a boca y que si como empresario no sabes lo que tienes en la mano mejor deja eso o asesórate para que no pierdas tu inversión.
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